Durante el ejercicio de la Arquitectura es necesario tomar ciertas decisiones, que van a ser determinantes para el proyecto que se esté realizando. Para la toma de estas, se debe realizar un análisis y posteriormente sacar conclusiones, que nos ayudarán a definir qué prima sobre qué y la jerarquía que se va a manejar; también es aconsejable hacer una lista de pros y contras, y aquello que posea más aspectos positivos para el proyecto será la elección que se tome, claramente argumentada.
Sin embargo, si la decisión está condicionada de algún modo (generalmente por el cliente), se deben tomar decisiones secundarias que reduzcan el impacto de la primaria. Por ejemplo, un cliente que desee su cama al lado del balcón porque desea ver el amanecer todas las mañanas, pero el Sol incide directamente sobre esta parte de la casa, el arquitecto debe solucionar en parte esta situación ya sea polarizando las ventanas o implementando pérgolas.
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